Volé cometas sin hilo,
pisé andenes sin dirección,
me cagué a las puertas de un cielo
en el que no había dios.
Bajé la escalera al infierno,
miré mirillas sin visor,
no encontré la llave de un sueño
y no perdí una estación.
Dormí en coches sin retrovisor
para no ver lo que dejo atrás,
no supe que responder a una pregunta
cualquiera,
planto árboles en mi cabeza
en los que crecen podridas ideas,
planto árboles en mi cabeza
en los crecen,
podridas,
ideas.